Sunday, May 06, 2007

Me lleno de agua en el Parque Por La Paz




Pedro Barría y Aminta Traverso se conocieron en 1978 en la Vicaría de la Solidaridad.Él era un abogado recién egresado que colaboraba en la presentación de recursos de amparo.Ella, una de las tantas esposas que buscaba a su marido Marcelo Concha, ingeniero agrónomo, quien desapareció en 1976 camino a sutrabajo en la Compañía de Exportaciones Chilespaña. Era militante comunista, como Aminta y como Pedro. Nadie lo había visto en los campos de concentración ni en las diversas cárceles secretas del régimen. Aminta estaba segura de que Marcelo estaba muerto. y tenía a su cargo dos hijos. ·Pedro y Aminta se enamoraron en medio de esa tragedia. y su romance despertó críticas en el mundo de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos. No era tiempo para rehacer la vida. Muchos lo sintieron como una traición a Marcelo. Fue tema de debate al interior de la Agrupación de Familiares de Deteni- dos Desaparecidos y en los cuadros del PartidoComunista. Para ellos, su historia fue lo más importante en esos años. -Valió la pena -dice Pedro. y no tiene dudas.Pero no fue fácil. y no por las críticas del res-to, las que podían comprender y soportar. Durante la primera etapa yo tenía serias du-das. Veía que los niños se encariñaban conmigo, que me empezaban a decirpapá. María Paz, la mayor, tenía 2 años cuando dejó de ver a Marcelo y 4 cuando me conoció. y yo empecé a encarnar para ella la seguridad que necesitaba. Eso me hacía sentir muy bien, pero me planteaba qué iba a pasar si volvía ·Marcelo. Iba a ser un golpe para todos; para los niños, para él, para mí. ·Nunca resolví ese tema. Simplemente dejé de planteármelo. Para Aminta también fue difícil.En una desaparición siempre está la ·pregunta de qué habría pasado si no lo hubiera dejado salir, si lo hubiera acompañado... Es la sensación de culpa por no haber hecho que las cosas fueran distintas -reflexiona Pedro.Pero no estaba en sus manos ni en los de ·Aminta que los acontecimientos tomaran otra ruta. ·A Pedro aún hoy le impresiona que, pese a la planificación de la represión, "muchas · veces fue el azar el que determinó que una persona muriera". · Bajo ese prisma, Pedro se siente favorecido.Tres veces llegaron hasta su casa agentes de la DINA y luego de la CNI. Por casualidad no estaba. La última, en 1986, tras el atentado del FPMR contra Pinochet. Nunca voy a saber si querían relegarme,interrogarme o matarme. Pero él ya había tomado una decisión. Si iban por tercera vez a buscarlo, tenía que irse. La universidad de Duke en Carolina del Norte le había ofrecido una beca para estudiar Ciencia Política.Pospuso el viaje porque Aminta no quería partir; participaba en la Agrupación de Familiares y quería saber qué había pasado con Marcelo.Pero la muerte rondando precipitó la partida: Aminta le dijo que no iba a permitir que le arrebataran el amor dos veces. -Creo que para Aminta el que yo me salvara le sirvió para reconciliarse. Porque ella tenía la sensación de que lo que no pudo hacer por Marcelo. lo hizo por mí.Se fueron en 1986. Para entonces llevaban ocho años viviendo juntos, tenían un nuevo hijo y eran una familia. Estados Unidos fue una pausa reparadora de dos años para una pareja que había visto demasiado horror. Aunque fue difícil adaptarse. por primera vez pudieron dormir la noche de corrido. sentirse seguros.Pero la beca terminó y con ella la pausa. Elregreso fue duro. Aminta se vino antes con los niños. Llegó enlos meses previos al plebiscito del '88. y vivi ese período como una especie de bálsamo. conla gente en la calle. feliz y la promesa de algo muy bueno por venir. Pero los primeros años de la democracia se transformaron en un prolongado desentierro de cadáveres. "Los familiares buscaban la verdad.pero la democracia empezó a entregar las respuestas más brutales". dice Pedro. convencido que ese proceso afectó físicamente a su mujer.Que el cáncer que acabó con ella en 1993 tuvo quever con el horror que empezaba a ver la luz.
Ella fue una mujer feliz". dice Pedro. La conoció estudiando para ser asistente social y la vio ejerciendo su profesión en el Programa para la protección de la Infancia Dañada en los Estados de Emergencia (PIDEE). En Estados Unidos estudió en un instituto de terapia familiar ya su regreso siguió atendiendo a las víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos: 'Ese trabajo le alegraba la vida porque se sentía útil". Sobre Marcelo ella no alcanzó a saber nada.Le dolió no saber qué había pasado con él. Pero no murió desilusionada. Murió triste de morirse. Lo sintió injusto. Creo que fue feliz con todo lo que hizo. Nuestros hijos son producto de eso. La mayor estudió periodismo, El del medio es músico. y el último participó en política y renunció a su militancia porque se dio cuenta de que ahí lo que todos querían era tener car- gos. Pedro resume las opciones de sus hijos: la ética y la estética. y se siente feliz.

4 Comments:

At 5:54 AM , Blogger nadie said...

precioso

 
At 1:22 PM , Blogger Patricia Parga-Vega said...

Qué grandote y guapo está mi sobrinito preferido!!
Cómo se parece a la madre, esa mirada pícara. Bien, se precisan niños para amanecer...

Besitos de los tíos y primito de Bruselas!!

 
At 5:06 PM , Blogger Unknown said...

que alegria ver como los niños parten la aventura de esta vida ,tal como nosotros,yo tengo una niñita de 6años que espero reunirnos en alguna plaza o en alguna pandereta de ñuñoa
un gran saludo claudio,maricel y valentina

 
At 5:05 PM , Blogger Marce Mercado said...

Paz...tú sabes...la vida de tu madre es de una intensidad maravillosa...tienes en tus dedos el tesoro de su historia...

Regálalo a la Memoria de nuestro país, querida...

Marce

 

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